100 ejercicios prácticos para convertirte en el mejor ladrón de ideas.
El ticket de un restaurante. El título de un libro que no has leído. Un recuerdo. Lo que has tirado a la papelera. Una búsqueda en Google. El origen de la creatividad está donde menos te lo esperas y con este cuaderno de ejercicios Austin Kleon te enseña a mirar el mundo y a robarle ideas tal como hacen los artistas.
¡Sólo apto para cleptómanos creativos!
Texto de la introducción
Cómo ser un cleptómano creativo
Este diario está diseñado para que aprendas a mirar el mundo que te rodea como una artista: siempre al acecho del siguiente objetivo, recopilando sin cesar nuevas ideas y fuentes de inspiración que poder fusilar, de manera que te conviertas en un auténtico cleptómano creativo.
Los grandes artistas, científicos, empresarios y cualquier persona que haya acometido una labor creativa con éxito saben bien que nada surge de la nada. Todo se crea a partir de lo que ya existía antes, y toda nueva idea no es más que un refrito o una remezcla de otra u otras ideas previas. No existe nada que sea completamente original.
Si nos liberamos del peso de tener que ser completamente originales, podemos dejar de intentar crear algo de la nada y abrazar nuestras influencias, en lugar de tratar de huir de ellas. De este modo, tu trabajo pasa a consistir en recopilar buenas ideas. Cuantas más atesores, más podrás elegir para que influyan en tu trabajo.
Muchas de las mentes más brillantes de la historia usaban cuadernos de notas para apuntar ideas: Charles Darwin, Pablo Picasso, Virginia Woolf, Ludwig van Beethoven, Marie Curie, Thomas Edison, Leonardo da Vinci, Frida Kahlo… la lista sigue y sigue.
Sigue su ejemplo y convierte este cuaderno en parte de tu rutina diaria. Llévalo contigo adondequiera que vayas. Acostúmbrate a sacarlo y abrirlo para apuntar tus pensamientos y observaciones en sus páginas en blanco. Dedica 15 minutos diarios a hacer uno de los ejercicios que incluye (los trayectos de desplazamiento o los ratos de las comidas son momentos ideales para ello). Hazlo tuyo: si odias alguno de los ejercicios, tacha las instrucciones e invéntate tú otro. Hojéalo cuando necesites sacar ideas.
Cuando todas sus páginas estén llenas, habrás aprendido a convertir tus influencias y tu propia vida cotidiana en materia prima para tu trabajo creativo. Estarás listo para aprovechar todo lo que hayas robado para convertirlo en algo propio y lanzarlo de nuevo al mundo, de forma que los demás podamos robarte a ti.
Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL