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Descripción
Detalles
“No ha habido santo, ni papa, ni general, ni sultán que tuviera el poder de un director de cine: el poder de hablarles a millones de personas durante dos horas en la oscuridad.” Frank Capra lo tenía claro al pronunciar estas palabras: el poder y la habilidad de los profesionales del cine para influir en las masas son ilimitados.
Palabra de cineasta es un colorido compendio de citas de los más influyentes y elocuentes creadores del séptimo arte que, combinados como quien empareja a los invitados de una cena, saben dar espectáculo, se desafían, se piropean unos a otros y desenmascaran con lucidez todos y cada uno de los pasos del proceso cinematográfico.
Esta colección de máximas y reflexiones deleitará a profesionales y a amantes del cine por igual y se convertirá en el regalo perfecto para cualquiera que alguna vez haya soñado con gritar la palabra “¡acción!” o que siempre esté esperando el momento en que las luces se apaguen y suba el telón.
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Texto del prólogo
Prólogo
Para mí, lo más emocionante del negocio del cine es poder ver cómo los sueños se convierten en realidad. Ya se trate de las palabras contenidas en una página, del boceto del diseño de un decorado o del storyboard de una escena de acción, siempre es maravilloso comprobar cómo esas ideas cobran vida como por arte de magia. Es justamente ese proceso lo que tanto apasiona a los cineastas que aparecen en este libro. Su propósito es crear, innovar… y entretener, deleitar, horrorizar o asombrar.
A los directores de cine, hablar del proceso de creación de las películas les gusta casi tanto como rodarlas, aunque a veces afirmen que esto último lo odian. Las voces que componen Palabra de cineasta se recrean en temas que abarcan desde la teoría de auteur hasta lo fundamental que es el público, el valor de una buena historia y los mecanismos del negocio del espectáculo. Existen al menos tantas opiniones en torno a lo que de verdad es importante en el cine como películas se han rodado. En las páginas que siguen queda bien claro que los cineastas no forman una cuadrilla especialmente humilde ni comedida. Jean-Luc Godard asegura que “el cine es la verdad” con la misma rotundidad con que Brian de Palma proclama que “el cine miente”. El objetivo de esta recopilación es establecer un diálogo —unas veces de manera directa y otras de forma más sutil— entre diferentes puntos de vista.
Aquí se da voz tanto a directores como a guionistas, productores, directores de fotografía, jefes de estudio, intérpretes y críticos. El reto de escoger las citas de esta selección fue un placer, no exento de complicaciones por la cantidad de intelectos agudos y de verbo fácil (Quentin Tarantino, me estoy refiriendo a ti) cuyas palabras han quedado meticulosamente registradas en entrevistas tanto impresas como grabadas. Créanme cuando digo que el material no es escaso. Hay por ahí gran cantidad de comentarios brillantes que al final no se han incluido en estas páginas, e invito a quien sienta curiosidad a proseguir la búsqueda. Probablemente les anime, como a mí, a ver —o a volver a ver— un montón de viejas películas.
Mientras compilaba este volumen, me sorprendieron los paralelismos que existen entre el proceso de dar forma a un libro y editarlo y el proceso de rodar una película. Editar —en papel o en el cine— es una forma de manipular la realidad al ir escogiendo fragmentos sueltos de información, para después yuxtaponerlos y volver a combinarlos hasta crear una realidad nueva. Al editar la secuencia de las citas aquí contenidas con el mismo cuidado con que se ordenan los planos de una película, espero haber podido enlazar todas estas reflexiones dispersas en torno al mundo del cine de manera que se puedan identificar con la propia disciplina.
El francés André Bazin, influyente teórico del cine, dijo en una ocasión que el montaje pone a disposición del cine “todo un arsenal de recursos para imponer al espectador una interpretación sobre un determinado acontecimiento”. Al editar este “acontecimiento” de forma que se generen conversaciones entre cineastas de distintas épocas y con sensibilidades radicalmente diferentes, sin duda lo que intento es establecer vínculos, pero en todo caso animo a los lectores a formarse sus propias opiniones sobre lo que de verdad importa en el mundo del cine. Al fin y al cabo, como tan acertadamente dijo el novelista y guionista William Goldman: “Nadie sabe nada”.
Jamie Thompson Stern
Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL
