Guía de esmaltes cerámicos. Recetario
(Wladimir Vivas, Infoceramica.com, 10/02/2016)
AccederTienes en tus manos el recetario definitivo sobre esmaltes cerámicos: una guía que incluye más de 250 fórmulas para crear todo tipo de esmaltes (desde los porcelánicos, de barnices y rakú, hasta los de gres y baja temperatura), así como diversas recetas de pastas cerámicas tradicionales y de autor.
Cada fórmula incluye la composición, una breve pero ilustrativa descripción y una fotografía que muestra el aspecto final del esmalte para percibir rápidamente su color y nivel de brillo y opacidad. La guía se abre con una útil y rigurosa introducción a los conceptos básicos de la formulación, aplicación y ajuste de los esmaltes, y se cierra con un glosario básico y varias tablas de equivalencias sobre materiales y temperaturas.
En definitiva, una guía indispensable para cualquier ceramista que desee experimentar o ampliar su conocimiento sobre esmaltes y pastas cerámicas.
Texto de la introducción
Introducción
Los primeros esmaltes fueron descubiertos por los egipcios, quienes mezclaban arena y sales solubles de sodio para hacer abalorios y amuletos vidriados de color turquesa. Los ceramistas chinos descubrieron los esmaltes de gres de alta temperatura, al observar cómo las cenizas de madera durante la cocción se fundían formando un esmalte líquido. Estos esmaltes se componían de los minerales propios de las cenizas —sílice, calcio, sodio y potasio— que restaban una vez el carbón había ardido por completo.
Los esmaltes están compuestos por tres elementos esenciales: sílice, que forma el cristal; fundentes, que consiguen que la sílice se funda a una temperatura adecuada para hornos; y alúmina, un estabilizador o reforzante, que evita que el esmalte fundido fluya demasiado.
Hay distintas clases de fundentes que se usan según la temperatura. Son fundentes de baja temperatura el plomo, el sodio y las fritas de boro. Los fundentes de mayor temperatura incluyen el feldespato, que contiene sodio, potasio y a veces calcio, que fortalece y estabiliza el esmalte. Pueden añadirse otros fundentes como el magnesio (presente en el talco y en la dolomita) o el carbonato de bario para obtener superficies mates. La alúmina suele incorporarse a los esmaltes generalmente en forma de arcilla. Ayuda a endurecer el esmalte y lo hace más viscoso durante la fusión.
Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL
(Wladimir Vivas, Infoceramica.com, 10/02/2016)
Acceder«Este tipo de recetario es una herramienta imprescindible en cualquier taller ya que nos ofrece una fuente de recetas sobre las que trabajar para adaptarlas a nuestros materiales y necesidades.» (Wladimir Vivas, Infoceramica.com, 10/02/2016)