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08/05/2012
Leonardo Vazquez Conde.
Tipógrafo y diseñador editorial (México 1971).
Después de haber terminado la carrera de diseño gráfico en la ciudad de México, Leonardo trabajó en varios estudios de diseño y algunas agencias de publicidad. En 1998 viajó a Europa y se estableció en la ciudad de París. Durante 4 años adquirió experiencia en el ámbito del diseño editorial. Al final de su estancia en Francia, realizó una especialización en tipografía en la escuela de Bellas Artes de Nancy donde diseñó su primera familia tipográfica, Señal México, creada para señalizar las autopistas mexicanas. De vuelta en México en el 2001, trabajó para las editoriales Trilce y Mapas entre otras. Se desempeñó como jefe del departamento de diseño de la revista Artes de México, editorial para la que diseñó la familia tipográfica Lectura, para uso en sus publicaciones, proyecto del cual se publicó con la misma editorial el libro "Lectura el diseño de una familia tipográfica" donde se narra el proceso de diseño de la familia tipográfica y las ideas detrás de la creación de la misma.
Leonardo es un apasionado de los libros, de leerlos, diseñarlos y producirlos.
Cree en la posibilidad de que el diseño en un contexto social puede ayudar a que las personas tengan un mejor nivel de vida, y este principio trata de aplicarlo en su labor profesional.
Actualmente, es Director del Departamento de Diseño de la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y maestro en la carrera de comunicación visual en Centro de Diseño, Cine y Televisión.
Un alfabeto urbano.
A pesar de su tamaño este pequeño libro encierra un gran contenido. El lector encontrará a lo largo de sus páginas, una enorme colección de fotografías de “signos”, que conforman el alfabeto latino desde la “a” hasta la “z” en todo tipo de soportes, colores, formas, texturas y tamaños, cuidadosamente seleccionadas y puestas atractivamente en la página.
Estos pequeños signos que forman parte de nuestra realidad cotidiana son mucho más viejos de los que creemos, son el resultado de siglos de evolución y su fascinante historia está contada de forma sintética por el autor, quien además de las 27 letras que forman nuestro alfabeto, nos cuenta la historia de algunos otros signos que gracias a las tecnologías digitales han tenido un nuevo impulso en su uso, tal es el caso del arroba (@) o del ampersand (&), comúnmente usado en los países de habla inglesa. Además de una breve pero concisa explicación sobre el origen lejano y milenario de los numerales o guarismos que empleamos junto con el alfabeto, tema que amerita un libro aparte.
Ya sea el lector novato o especializado este libro es un pequeño contenedor de conocimiento para todo aquel que ame las “letras” no solo su forma si no también su origen histórico. Sin embargo, dan ganas de ver alguno de los maravillosos ejemplos de letras vernáculas que abundan en nuestro país, que lejos de seguir la tradición europea, han creado un lenguaje propio a través de los “rótulos” de nuestras calles y poblaciones añadiendo color, libertad y expresión al mundo de las letras.
