Dibujar plantas con acuarela combina el placer de reproducir bellas formas orgánicas con la sorpresa de la impredecible magia de esta técnica pictórica. ¡Lánzate al arte botánico y déjate llevar!
· TÉCNICAS BÁSICAS Cómo mezclar verdes, trazar dibujos previos, preparar mezclas de color, pintar húmedo sobre húmedo… Aprende las técnicas de acuarela fundamentales en la ilustración botánica.
· 20 PROYECTOS PASO A PASO PARA DIBUJAR PLANTAS FANTÁSTICAS Desde frondosas hojas de helecho hasta espinosos cactus erizo, pasando por la irresistible Monstera deliciosa, las gráciles hojas de palmera o románticos ramos de flores secas, practica con numerosas formas botánicas, todas las gamas de verdes y hermosas paletas de color adicionales.
· CREATIVIDAD Aprende a soltar el control del medio y a dejar que la pintura y el agua interactúen y decidan por su cuenta, sumérgete de lleno en el placentero proceso de creación en acuarela y lograrás obtener con orgullo tus propias láminas de arte botánico.
Índice
Esta soy yo: nikki
Para empezar
Mejorar como artista
Acuarela en pastillas y líquida
Material
Color
Métodos de trabajo
Proyectos botánicos
Hoja de palma
Monstera
Hojas de banano
Cactus erizo
Naranjo en miniatura
Eucalipto
Begonia maculata
Tradescantia
Sansevieria
Trébol morado
Suculentas
Planta china del dinero
Árbol del caucho
Flores secas
Hoja de helecho
Calathea
Anturio
Hiedra
Hoja de palma con fondo abstracto
Corona decorativa
Índice alfabético
Agradecimientos
MEJORAR COMO ARTISTA
Con este libro aprenderás a pintar toda una serie de plantas fantásticas, desde palmas exóticas hasta cactus espinosos. Con la ayuda de los bocetos a línea ya trazados que tienes en la web del libro y de las instrucciones paso a paso que te indican cómo mezclar los colores, podrás crear hermosas obras para decorar tu casa o regalar a tus amistades. Si te apetece experimentar y pintar plantas distintas, aquí encontrarás un montón de trucos y pistas para trabajar a tu aire.
ESCOGER UN MOTIVO
Hasta cierto punto, la elección de un motivo dependerá de lo que tengas a tu alcance, ya se trate de las plantas que tienes en casa, las que puedas comprar en la floristería más cercana o las fotografías que hayas hecho o que puedas sacar de libros o de internet. Puedes optar por pintar la planta entera o escoger un detalle concreto de un ejemplar para estudiarlo en profundidad. Cuando estás empezando, lo más aconsejable es escoger un motivo sencillo, como una palma o una monstera (ver páginas 36-47).
El tamaño, la forma, el color y la distribución de las hojas varía. En poco tiempo serás capaz de reconocer determinadas formas o configuraciones y la forma en que se distribuyen a lo largo del tallo siguiendo un patrón particular. Las hojas pueden brotar de un solo tallo, como en el caso de las hojas del banano (ver páginas 48-53), o adoptar formas de lo más intrincadas, como las hojas del helecho (ver páginas 120-125). Pueden tener los bordes lisos o aserrados y pueden brotar aisladas, alternándose, en pares opuestos o en espiral.
DECISIONES SOBRE LA PÁGINA
A medida que vayas pintando los proyectos que presento en este libro, te irás dando cuenta de qué es lo que queda bien sobre el papel. La composición no tiene por qué ser simétrica, pero sí debe parecer natural. Cuando empieces a pintar tus propias composiciones, te acostumbrarás a corregir con el lápiz o el pincel, a prescindir de hojas que compliquen la pintura o a reorganizarlas.
Puede que te convenga simplificar lo que ves, ya que no es necesario que incluyas todos y cada uno de los detalles. Lo que sí tienes que hacer es buscar aquellas características que diferencian a tu planta y pensar en cómo reproducirlas en la página. La acuarela permite sugerir detalles más que reproducirlos de manera fotográfica. Eso significa, por ejemplo, que puedes imitar la textura rugosa de un cardo a base de pinceladas dispersas (ver páginas 114-119) y crear la impresión de las espinas de un cactus con la ayuda de líquido de enmascarar (ver páginas 54-59). Cambiar el punto de vista puede alterar de manera drástica la composición de tu pintura. Prueba distintos puntos de vista para ver cómo afectan a tu percepción de la planta. Puedes mirarla desde arriba, desde abajo, en ángulo o desde muy cerca.
EXPLORAR LA COMPOSICIÓN
El cuaderno es el formato ideal para explorar las diversas posibilidades compositivas de una pintura. Prueba a hacer bocetos en miniatura con el objetivo de hallar trazos dominantes y líneas compositivas, opciones de encuadre, figuras, patrones o formas positivas y negativas, y para probar temperaturas de color (ver página 21) y fondos.
Puedes elaborar una composición que dirija la mirada por la pintura a base de líneas dominantes o salpicándola de puntos destacados o manchas de color. En Occidente leemos las composiciones de izquierda a derecha y eso ayuda a dirigir la mirada del espectador por una obra. Por ejemplo, en la pintura de los tres tallos de eucalipto (página 68), se puede dirigir al ojo a lo largo del tallo más corto de la izquierda, luego llevarlo hacia el tallo central en dirección opuesta y acabar en el otro tallo, más abajo, haciendo que la mirada trace un círculo en torno a una potente línea compositiva.
Se puede generar una composición natural teniendo en cuenta lo que se denomina “regla de los impares”, es decir, incluyendo en la página un número impar de elementos. Eso obliga a la mirada a desplazarse y a no centrarse en grupos de elementos pares.
También se puede plantear la obra siguiendo la “regla de los tercios”, que puede ayudar a decidir dónde ubicar el centro de atención en la página. En una retícula formada por dos pares de líneas horizontales y dos verticales se generan cuatro puntos de intersección. Cualquiera de estas intersecciones se puede convertir en el punto de atención principal.
OPCIONES DE ENCUADRE
Prueba diferentes alternativas de encuadre con la ayuda de un visor de encuadre montado con dos piezas de cartulina recortadas en forma de ele. Por norma general, el motivo determinará el formato —apaisado o vertical—, pero no es mala idea probar ambas orientaciones del papel. Encuadrar también posibilita centrarse en determinada parte de la planta para dotar de impacto a la composición o alejar el punto de vista para aprovechar formas y patrones más complejos. Cualquier elemento que quede cortado por el encuadre aparecerá adelantado en el plano de la imagen final, por lo que si recortas por ambos lados una hilera de plantas conseguirás dar la sensación de que estas bailan en primer plano en tu dibujo.
FORMAS NEGATIVAS Y POSITIVAS
No te fijes solo en las formas positivas de la planta —tallo, hojas, semillas y flores—, sino también en las formas negativas que quedan entre ellas. Son muy importantes en la pintura a la acuarela y se pueden manipular mediante un cambio de punto de vista o de encuadre. El borde “positivo” que rodea a una hoja de color claro se puede apreciar con nitidez cuando resalta contra un fondo contrastado (el espacio “negativo”).
ELECCIÓN DE ILUMINACIÓN
Si tu objetivo es dibujar las plantas para recopilar información sobre ellas, tendrás que representarlas con una luz adecuada pero no excesivamente fuerte. No conviene propiciar la confusión dejando áreas excesivamente iluminadas y otras sombras sumamente oscuras si lo que pretendemos es plasmar los colores con precisión. Una luz intensa, no obstante, nos ayudará a polarizar la gama tonal, lo que nos facilitará repartir los tonos entre claros y oscuros con una serie de matices intermedios.
Cuando se pinta del natural es importante ser consciente de la dirección de la fuente de luz para plasmar adecuadamente las zonas iluminadas, oscuras e intermedias de la planta, lo que permite lograr un efecto de tridimensionalidad en la página y que la composición no quede demasiado plana, sobre todo cuando pintas hojas. Para señalar aquellas zonas donde la luz incide en una hoja u otro motivo, conviene emplear colores más claros y cálidos y reservar los tonos más fríos para plasmar las zonas de la planta que quedan en sombra.
Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL