Toda persona que se introduce en el mundo del crochet se vuelve adicta. Comienzas por casualidad, por hacer alguna actividad manual nueva, y acabas llevando una madeja de hilo en tu bolso para tejer secretamente en cuanto surja la oportunidad. Ya sea por sus diseños actuales, o porque se dirige tanto a principiantes como a personas más experimentadas, con esta increíble guía de crochet por fin te lanzarás a probar una de las técnicas de tejido manual tradicionales más populares.
Bases del ganchillo: conocerás las herramientas básicas, los hilos más recomendados y los tipos de punto fundamentales. A partir de ahora la cadeneta, el trapillo y el crochet píxel pasarán a formar parte de tu vocabulario habitual.
32 proyectos: elige entre 32 creaciones de todo tipo que van desde accesorios para el hogar como cojines, cestas o alfombras a utensilios y complementos como fundas de tabletas y móviles, bolsos de noche o joyas.
Instrucciones paso a paso: cada creación incluye una pequeña ficha técnica donde se especifican, entre otras cosas, la dificultad de elaboración y el material necesario. El libro utiliza instrucciones ilustradas, en formato paso a paso y en lenguaje accesible para mostrarte todas las cosas que puedes crear con el ganchillo. No necesitas ser un experto para realizar estos proyectos; con la ayuda de las fotografías serás capaz de tener éxito incluso los diseños más complicados.
Texto de la introducción
Manos a la obra
La adicción al crochet comienza de manera prácticamente imperceptible. De pronto te descubres entrando en tiendas de lanas, llenando tu cesta con suaves madejas de hilo y comprando un par de agujas de ganchillo. Te das cuenta de que has empezado a llevar un ovillo en el bolso y a tejer en secreto en cuanto surge la oportunidad. Tienes los dedos llenos de callos, el pecho se te irrita por el polvo que desprende la lana y los hombros se te empiezan a encorvar. Sin embargo, te gusta tejer y te sienta bien, entre otras cosas porque te permite hacer una pausa en mitad de un día cualquiera: las manos trabajan en la labor mientras la mente viaja y el cerebro se recarga. Tejer es una adicción contagiosa, e incluso puedes acabar pegándosela a tus amigos.
Hace un par de años, estaba en mi tienda tejiendo cestas de trapillo grueso cuando apareció una pareja japonesa. Se habían detenido ante el escaparate y después entraron para elogiar mi trabajo. Al poco estaba enviando una caja enorme llena de cestas de crochet para vender en un mercado de diseño de Nagano. Esa no era la primera vez que llamaba la atención de alguien mientras tejía; me había ocurrido yendo en autobús, sentada en una sala de espera, en un parque o en una conferencia. Tejer a la vista de todos abre los canales sociales y te permite conocer gente nueva, algo que no solo es útil para comercializar tu trabajo, sino también para formar nuevas comunidades.
El yarn graffiti empieza a ser una estampa familiar en algunas ciudades. Siguiendo el espíritu del yarn bomb, una modalidad de arte urbano que utiliza tejidos para sus intervenciones, las calles se adornan con labores hechas a mano, sea decorando piezas de hormigón gris, forrando los árboles de los parques con fundas de colores o envolviendo las barandillas de los puentes con tubos de rayas hechos de punto. Estas intervenciones están lejos de ser actos vandálicos, y su objetivo es llenar de color las calles. Se trata de un maravilloso ejemplo de cómo las técnicas manuales de otras épocas se pueden actualizar y adaptar a la vida de hoy y enganchar a gente de todas las edades. En 2012, como parte de un yarn graffiti, los participantes de mi taller y yo tejimos decenas de cadenas de lana de 130 metros, como las que aparecen en la página 137, y las colgamos de los árboles del parque central de Helsinki. La insólita pieza apareció en las noticias, en el escaparate de una popular tienda de manualidades y, al final, hasta en la Semana de la Moda de Nueva York.
Al igual que el yarn graffiti, Crochet moderno introduce algunos cambios y novedades en las técnicas y labores de antaño. A partir de instrucciones ilustradas detalladas paso a paso y de un lenguaje accesible, aprenderás a hacer un montón de cosas con crochet. No necesitas ser un experto para realizar estos proyectos; con la ayuda de las fotografías podrás terminar incluso las propuestas más complicadas. Además, puedes modificar los patrones y adaptarlos a tu estilo para confeccionar objetos que te resulten útiles. Y lo más importante: recuerda que, en lo referente a labores manuales, no existen normas estrictas. Estos patrones son solo una guía para ayudarte a aprender cosas nuevas. ¡Espero que disfrutes de tu trabajo!
Copyright del texto: sus autores
Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL