2G N.63 OFFICE Kersten Geers David Van Severen

Extracto de la introducción

Representar el presente
Ellis Woodman

Obras completas
Uno de los trabajos fundamentales de toda monografía es la construcción de las obras completas. Debe eliminarse aquel encargo rentable que supone escasa recompensa artística, aquel proyecto modesto, investido de una condición totémica mediante la hábil elección de una fotografía; y una narrativa —un discurso, incluso—, bordada con los hilos más diversos. Sin duda, la presente visión general de la primera década de producción del estudio con sede en Bruselas OFFICE Kersten Geers David Van Severen no es completamente ajena a esos momentos de memoria estratégica. Y, sin embargo, observando el material aquí reunido, creo que incluso el más precavido de los lectores tendría que aceptar la evidente autoridad con la que OFFICE Kersten Geers David Van Severen ha delimitado un territorio de investigación creativa desde sus proyectos más tempranos, y la determinación con la que se ha mantenido fiel a esa misión a través de los ya más de cien proyectos llevados a cabo.

A pesar de que estos proyectos abordan una gran variedad de programas, su escala abarca desde la ampliación de una casa hasta una ciudad entera y sus contextos son tan diversos como el desierto de Mongolia, el Gante decimonónico o el Róterdam metropolitano, los mecanismos compositivos utilizados han sido sorprendentemente consistentes. Entre los rasgos más recurrentes podrían destacarse la planta ortogonal, el volumen tipo caja, el muro perimetral que establece una división casi absoluta entre interior y exterior, la superficie de metal brillante, la superficie blanca, la retícula (tanto en planta como en alzado) que se extiende implacable, la envolvente de vidrio tensamente enmarcado, el peristilo formado por pilares idénticamente colocados y la enfilade de estancias de dimensiones idénticas.

Si observamos el primer proyecto que Kersten Geers y David Van Severen abordaron cuando tenían alrededor de veinticinco años y todavía trabajaban en otros despachos —la reforma del vestíbulo de una notaría en Amberes (2002-2003)—, podemos ver cómo muchos de estos intereses estaban ya presentes incluso en este pequeño proyecto. En 2005, año en el que ganaron dos concursos internacionales —para una nueva ciudad en Corea del Sur y un paso fronterizo entre México y Estados Unidos— toda la lista de rasgos característicos ya había sido activada. La trayectoria de OFFICE Kersten Geers David Van Severen se ha caracterizado desde el principio por una extraordinaria autoconciencia, por no decir implacabilidad. Aunque sea solo en este sentido, vienen a la mente figuras como Le Corbusier o James Stirling, quienes abordaron cada proyecto no solo para obtener una rentabilidad directa, sino también con la clara intención de que contribuyera a construir sus gramáticas arquitectónicas propias y singulares. Y, tal vez, la comparación pueda ser cierta en un aspecto más. Tanto para Le Corbusier como para Stirling, el depositario último de esas construcciones era la monografía. A pesar de ser los grandes arquitectos que sin duda fueron, la construcción de edificios era, para ambos, una actividad subsidiaria de la construcción y la publicación de imágenes. Solo hay que reparar en el cuidado y la consistencia con la que OFFICE Kersten Geers David Van Severen representa su trabajo —o incluso la continuada atención que otorga a proyectos de alcance estrictamente teórico—, para darse cuenta de que supone una actitud fundamental también en su trabajo profesional.

La imagen que caracteriza el trabajo de OFFICE Kersten Geers David Van Severen es una perspectiva central, producida antes de la materialización física del proyecto mediante mecanismos digitales de collage o, una vez materializado, por el fotógrafo Bas Princen, colaborador habitual del estudio a lo largo de los años. En ambas, la intencionada construcción perspectiva y el control del color producen una calidad altamente emblemática, que libera al proyecto de las contingencias del lugar y del programa, y reclama su lugar en la construcción de la obra completa. Los últimos collages de Mies van der Rohe son una referencia obvia, pero no menos directa es la influencia de la pintura de David Hockney, otro europeo residente en los Estados Unidos de posguerra. [...]

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Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL